viernes, 19 de febrero de 2010

¡¡¡Enhorabuena amigos!!!!


Esta mañana, del modo más artero y traidor imaginable, dando la espalda a sus amigos más intimos, Little Caesar y Cristina contrajeron matrimonio.

OLE SUS HUEVOS.

La boda que muchos de nosotros habríamos deseado, pero no supimos o no nos atrevimos a llevar a la práctica, tan solo lamento haberme quedado sin despedida, pero no se puede tener todo. Por lo menos aún no me he quedado calvo, si, he dicho aún...

Mantuvieron en secreto su unión hasta el último momento y aunque un servidor ya estaba al tanto, por un exclusivo y restrictivo contrato de privacidad, me ha sido imposible ponerlo en vuestro conocimiento hasta tener la certeza de que todas las partes implicadas se habían enfrentado a los hechos consumados.

Little y Cristina son ahora marido y mujer, y para celebrarlo se van a largar, nada más y nada menos que a Tokio. Espero que se lo pasen de muerte y vuelvan bien cargados de anecdotas, que esta vez seguro que si, compartiran con nosotros, para deleite de sus amigos y seguidores.

No es cierto que se casen para pegarse un viajecito. No es cierto que se casen por tomarse unas vacaciones, bien merecidas, por otra parte. Yo mismo he sido testigo de su amor infinito en innumerables ocasiones y soy consciente de que este paso era más por motivos legales que sentimentales, porque ellos nunca necesitaron de un contrato para darse el "si quiero".

La novia acudió a los juzgados de Paterna con un precioso vestido color plata, cortado un poco por encima de las rodillas, unas pinzeladas de un plata más oscuro daban un toque alegre al traje de novia. Cristina era la novia más guapa del mundo.

Little Caesar acudió con su peculiar estilo informal a su cita con el contrato matrimonial (como a él le gusta llamarlo) unos pantalones vaqueros fueron testigos del beso de tornillo e innecesariamente largo y apasionado que le propinó a la novia, que por otra parte se mostró apurada por tal arrebato de pasión en un lugar público, pero ¡que cojones! uno no se casa todos los días.

Sus amigos, siguiendo los deseos de los contrayentes, no acudimos al enlace. Tan solo sus familiares más directos se personaron en tan emotivo acto.

Desde aquí solo nos queda felicitar a la pareja y desearles todo lo mejor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario